Feliz año, Digno año. Preparación y Reto

La felicidad es imposible sin optimismo y autoestima, la que no puede existir sin dignidad, que es una cualidad que se atribuye a quien se comporta con responsabilidad, seriedad y respeto, hacía sí mismo y hacia los demás. 

En la película "Salvando al soldado Ryan", en la escena del puente, el capitán Miller herido de muerte le dice al soldado: “Hágase digno James de todo cuánto se ha hecho por usted hoy”. 

Inmediatamente después, en la última escena de esta película, James Ryan ya pasados los años, va con toda su familia a visitar el cementerio donde reposan los cuerpos de los combatientes caídos. Al recordar su rescate y el pedido de Miller, le exige a su mujer que le diga si de verdad ha vivido dignamente. Ella un poco sorprendida reconoce que él es un hombre bueno.

El soldado Ryan al confirmar  que  ha vivido con dignidad y así, honrado la herencia recibida (su vida), queda con la conciencia tranquila y en paz, situación próxima a la felicidad. 

La felicidad engloba varias dimensiones humanas como bienestar y salud, conocimiento y aprendizaje,  satisfacción por el deber cumplido,  amistad y solidaridad, aunque las últimas no siempre se dan en simultáneo ni en dependencia una de otra. De lo que si tenemos evidencia es de nuestros estados de ánimo. Es necesario gestionar las raíces de los estados de ánimo para lograr  estar apasionado o  ilusionado (Estado de Flujo), en lugar de apático o aburrido. 

A los retos de la vida se responde con la calidad de preparación personal que incluye los ámbitos emocional, físico, social y espiritual/valores. Hay que prepararse con paciencia y buscar desafíos retadores para vivir ilusionado, situación en línea con la felicidad. El estado de flujo llega, no al dejarse llevar, sino como el resultado de haberse preparado con esfuerzo para enfrentar los retos que la vida nos presenta a su paso. 

Debemos prepararnos para los retos del nuevo año, vivir dignamente y apuntar a la felicidad.