Gustos y Preferencias

Son las 5h45, la alarma del celular suena: un persistente croac, croac me despierta. Anoche decidí iniciar al fin el ejercicio diario que requiero. Me gusta más la tibia cama y prefiero quedarme cobijado. Cierro los ojos y me envuelvo en la sábana, he atendido mis gustos y preferencias, pero no vencí, ni siquiera luché. 

Luego de 45 minutos ya la luz del sol inunda la habitación, los chicos corren tras sus últimos pendientes, piden medias y zapatos que la noche anterior no supieron preparar. Es que prefirieron ver la TV, revisar las últimas actualizaciones en facebook o responder saludos en el messenger. Si, hicieron lo que más les gustaba y preferían, pero no lo que debían. 

Al llegar a la oficina reviso la agenda, los pendientes de ayer y lo planificado hoy. No envíe la información ofrecida. Repaso mentalmente el día anterior y recuerdo que navegué en la web en búsqueda de información que encontré e imprimí. Me gusta buscar material y tenerlo listo para cuando haga falta, preferí hacer eso y no alcancé a enviar la información ofrecida, los destinatarios se quejarán seguramente. 

Reviso mis correos y encuentro uno, con un archivo de extensión ppt adjunto, al abrirlo leo en la primera página "no busques solo hacer lo que quieras, aprende a querer lo que haces" y luego "haz lo que debes y está en lo que haces". Pasa entonces como una película delante de mis ojos, las pocas horas que he acompañado al día: cuantas oportunidades perdidas, cuantos propósitos incumplidos por aparentemente hacer mis gustos y preferencias. 

Libertad ... libertad, cuanto nos esclavizas, a veces.